Aunque sabes que los habitantes del lugar podrían brindarte refugio, decides
primero rescatar a Ron. Vas corriendo, para entrar en calor, y llegas muy
rápido a la orilla del precipicio. Ron está temblando.
- ¿Qué haces allí? - exclama Ronald, enojado - ¡Ve a buscar ayuda! -
- Vengo a salvarte - dices con calma. Sacas tu varita y dices:
- ¡Waddiwasi! - Lo que queda de la soga se acerca velozmente a donde estás.
La atas fuertemente y se la lanzas a tu amigo. Éste, al fín, puede pasar.
Corren hacia el poblado y piden, por medio de señas, un alojamiento. La gente
de la cabaña a la que fueron es muy amable. Aunque no los entienden, se las
arreglan para pasar unas horas allí. Cuando se van, uno de ellos coloca un
cristal en tu bolsillo. Tu te das cuenta pero no dices nada. Caminan y caminan
por mucho tiempo, sin saber a donde irán. ¿Dónde podrás conseguir polvos flu
como para volver a HOL? Durante una hora caminan y llegan a un impresionante
templo ¡El Santuario Angkor Sham! Es increíble y no pueden creer lo hermoso
que es. Entran y encuentran una sala pequeña llena de puertas. En un costado,
una fogata arde suavemente. Se acercan y entonces oyen una voz que dice:
- Hola - Se sobresaltan y ven una monje pequeña y anciana
- Vaya - exclama la viejecita - No esperaba visitas hoy ¿Tienen hambre? -
- Si - contestas algo confundido. La amable mujer les da un té de hojas y un
pan pequeño y dulce. Mientras le dice:
- Es muy tarde. Deberían estar en HOL -
- ¿Cómo sabe...? -
- Claro, si se quieren ir, aquí tengo suficiente polvo flu. Pero si se quedan
aquí puede que consigan un tesoro más grande de lo que podrían creer -
- ¿Nos quedamos? - pregunta Ron
- No lo sé. Podemos ser más que ricos con esta joya que me dieron. Debe valer
más de lo que podemos creer. ¿Qué piensas? -
- ¿Qué piensas tú? - pregunta Ron
- No me gusta que respondan mis preguntas con preguntas - dices fastidiado.